miércoles, septiembre 07, 2005

Virtudes: la puntualidad.

Si hicieramos un catalogo de virtudes que aprecio o tal vez no tanto como virtudes si no buenas características en las personas, en primer lugar pondría sin duda a la puntualidad.
La puntualidad es creo yo, nada más que el poder cumplir a la hora con un determinado compromiso. Así si yo me comprometo a arribar a una cierta hora a un lugar determinado, o bien a dejar un lugar a cierta hora, seré puntual si efectivamente logro lo uno o lo otro a la hora que con antelación fijé.
La puntualidad es reflejo de varias cosas. Es reflejo de diligencia, respeto, buen trato. Así quien llega a la hora a un determinado lugar es diligente y respetuoso con quien espera.
Para ser puntual, se requiere práctica. Se requiere sobretodo dominar el entorno, los diferentes factores que puedan hacer a uno llegar tarde a un lugar, o bien en cumplir con algo. Por ejemplo algún problema personal que pueda surgir, algún problema en el camino, etc.
El problema de la puntualidad, es que es una característica bastante difícil de observar y mantener, pues constantemente nos vemos retrasados tratando de efectivamente cumplir a tiempo.
Personalmente, creo ser bastante puntual. Obviamente nunca nadie puede ser puntual siempre en todos los eventos a los cuales se compromete a llegar a una determinada hora. Los imprevistos nos acechan. Pero el llegar en un plazo lo más breve y razonable es siempre bienvenido. O sea por lo menos: tratar de ser puntual.
Chocan los puntuales con otra raza de seres que encuentro bastante irritantes: los impuntuales.
Los impuntuales, son personas que constante y reiteradamente no llegan en la hora establecida. Tanto es así, que suele decirse de ellos "Pero es que él siempre llega atrasado o siempre llega tarde". Incluso se les llega a etiquetar como impuntuales. Son personas que no controlan para nada, los distintos factores que permiten o impiden a uno llegar a tiempo. Es más a algunos les llega a dar lo mismo no llegar a la hora. Así, si por ejemplo faltando 10 minutos para cumplirse el plazo fatal de encuentro, recién se inicia el viaje del lugar de partida, el cual dura 50 minutos, creo yo que es por lo menos una falta de diligencia notable.
Y peor aún, la puntualidad a veces es mirada de manera extraña y hasta en mala forma. Es a veces mal visto llegar a la hora. En donde al final para variar, quien es puntual, quien cumple correcta y diligentemente, sale perjudicado o reprochado. Y en donde quien llega tarde, el impuntual -que pudo pasar mejor rato mientras el pobre puntual esperaba- , si su retraso no es excesivo con quien le antecede en llegada (en caso de ser varios quienes se reunen) pero si es excesivo en relación con quien primero llegó, el puntual, no gana aquel reproche alguno.
Total injusticia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si es verdad lo confieso, pertenezco a esa raza que tu odias y desprecias, a la raza de los impuntuales.
Según mi visión de mi país CHILE, la puntualidad si existe aunque tu creas lo contrario. Mira me explayare en este punto, x ejemplo en una reunion social si tu dices en mi casa tipin 10, se entiende tacitamente que la hora real de llegada es la 10:20 o 10:30, esto es enteramente cierto 100%, tanto que incluso se puede comprobar empiricamente.
Es mi deber destcar una palabra TIPIN, es la palabra clave en toda cita social en este país. Asi que recuerda 2 cosas, 1: la palabra tipin, y 2: que estamos en chile y no en gran bretaña. Aqui no existe el five o'clock tea!!!! Para que no odies a la mitad de tus congeneres.