viernes, julio 29, 2005

Quince años.


Durante gran parte de mi vida estudiantil he tenido la extraña fortuna de estudiar en el mismo sector de Valparaíso.
Valparaiso es una ciudad estudiantil, la que alberga varias universidades y colegios. Sin embargo desde 1990 a la fecha toda mi vida escolar ha transcurrido dentro de no más de 4 cuadras. Por una parte el colegio SS.CC., ubicado en Independencia. Y por otra, la Escuela de Derecho, ubicada en Errazuriz con Freire.
El sector en estos quince años no ha cambiado nada. La Puerta del Sol sigue alli, en donde puedo comprar un cono de papas fritas ahora, como lo pude hacer hace quince años. (con la evidente elevación del valor).
Pero mientras escribo dos recuerdos en especial se me vienen a la mente.
En primer lugar el olor a café, que emana de una fábrica cafetera ubicada en el sector. El aroma escapa al barrio en la mañana, alrededor de las diez. Ya recuerdo en quinto básico lo desagradable que era sentir ese aroma, por un lado porque no me gustaba el café y por otro era muy temprano para sentirlo. Cuántas horas de clase de castellano, matemática o biología sintiendo ese aroma. Muchas. Al final uno termina acostumbrandose, y hasta el día de hoy me agrada dicho aroma.
En segundo lugar, las campanas de la iglesia. La cual obviamente doblan cada quince minutos, tocando y repitiendose las necesarias al pasar una hora. Ese sonido por sobre cualquier otro me hace saber que estoy parado cerca de mi colegio. Así esa campana era señal de muchas cosas. De un recreo, de un cambio de hora, etc. La gran particulardad de la iglesia, inaugurada en 1874, es que posee un organo de tubos o viento, lo cual es una rareza tengo entendido según un profesor de música nos contó, pues ya no existen muchos en el mundo.
La semana pasada caminaba por Independencia y veía al viejo colegio. Pensando que en unos años mas no estará alli. Pues se fusionará con el de Viña en otro sector. Ya en otro posteo recordaré mas cercanamente al querido colegio.
¿Que será de la iglesia?. Para un feligrés comun y corriente no habrá mayor diferencia que el colegio esté o no a su lado. Pero para mi si, pues crecí viendo al colegio junto a la iglesia inundando ella con sus campanas a tanto escolar corriendo por ahi.
Seguiré caminando por Independencia entonces, viendo y escuchando a la vieja iglesia.

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