lunes, octubre 10, 2005

el gordo


El domingo cuando iba rumbo al Journal, se subió a la micro un cabro. Era gordo, joven, debía pesar alrededor de 120 kg. Y se subió para dar pedir plata pues padecía según él de una dolencia cardíaca, y buscaba a través de la modesta cantidad que podia recaudar en la micro, ayudar a financiar los 36 millones de pesos que costaba la intervención quirúrigca para salvarle la vida.
Tengo que reconocer que el discurso del gordo me conmovió. La manera de expresar su necesidad no era la típica del tipo que se sube a pedir dinero. Era de corazón que el gordo nos pedía que abrieramos nuestra billetera y cooperar a su causa. Le di 100 pesos.
El gordo después de recolectar el dinero se sentó al fondo de la micro.
Siguiendo el viaje, la micro ya se había llenado, y llegando a la calle Arlegui, se sube una viejita. Entonces como cualquier egoísta pasajero que somos, nadie le cede el asiento. Yo ya sentía el peso de la conciencia sobre mi por no cederle el asiento, al cual tengo que confesar estoy acostumbrado a sentir, pues pocas veces cedo el asiento en la micro. La viejita estuvo alrededor de 30 segundos de pie. Fue entonces cuando vi que quien le cede el asiento es nada menos que el gordo.
Me sentí pésimo. Terrible. El ser más despreciable del planeta. Cómo era posible que nadie sano le haya cedido el asiento a esa señora.
A esa hora la micro viajaba llena de juventud carretera. Pero fue el gordo, quien no iba a carretear, sino que viajaba a altas horas de la noche pidiendo unas pocas monedas para financiar su operación, quien le cede el asiento.
Desde ese momento, le conversé a mi polola lo despreciable que me sentía. Y que en el fondo lo malo de nuestra sociedad, no va por alguna tendencia politica, o el crecimiento económico, o por alguna pelotudez así.
No, va por otra cosa mucho mas sencilla, pero mucho más dificil de conseguir. Ser solidario. Ponerse en el lugar del otro y pensar lo difícil que lo puede estar pasando. El gordo fue el único solidario en esa micro. Fue el único capaz de ponerse en el lugar de otra persona.
Si el mundo fuera un poco más solidario, sería un lugar tan distinto.
Pensaba en la salud. No puede ser que la gente se muera por no tener acceso a un debido sistema médico. En el fondo no puede ser el dinero que lo regle todo, que la gente por no tener plata no pueda operarse, y tenga que morir, o vivir en precarias condiciones.
Creo que salud, educación, o algún fin propio de algún programa electoral, son fines que no están al mismo nivel. No es lo mismo decir que alguien se muera por que no pueda operarse o tratarse una enfermedad, que decir no puedo estudiar, por que no tengo plata para ello. La salud es lo primero. Por favor, ya estamos en el siglo XXI!.
¿Cuando ira a cambiar este mundo?.
Lo más dificil, es que el cambio comienza siempre por donde más cuesta: uno mismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo más triste de todo, es que la operación del gordo cuesta 36 millones de pesos.

Si en cada micro no son más de 8 personas las que dan dinero al Gordo, suponiendo que la suma recolectada se aproxime a los 500 pesos (imaginen un mundo más solidario), el gordo debería subirse a 72 mil micros para reunir la suma de 36 millones de pesos.
Suponiendo que el Gordo (recordando que es Gordo y tiene una afección cardiaca), se suba a unas 8 micros por hora, asumiendo que se sube a las micros en los horarios:

8am--> 2 pm - almuerzo --> 3pm-9 pm

O sea, 12 horas al día subiéndose a micros, esto nos da un total de 84 micros que se sube, al día.

Por lo tanto, debiera subirse 857 días, ininterrumpidos, con una jornada de 84 horas a la semana.
Pero siendo sincero, veo difícil que un gordo con una cardiopatía logre subirse de lunes a domingos a las micros...habrán días en que no pueda. Así que de esos 7 días, dejaré solo 5.
(O sea, si son 52 semanas al año, serán 104 días que el Gordo no podrá pedir dinero).

Así, son sólo 261 días al año en que nuestro Gordo puede pedir monedas. Volviendo a hacer los cálculos, si el gordo recolecta 42 mil pesos diarios (hechos a base de mis optimistas cálculos), en 1 año entero, de los cuales solo puede pedir dinero 261 días. reúne $ 10.962.000...al cabo de 3 años y medio, nuestro Gordo logrará reunir la suma para operarse...

Sin embargo, creo que para entonces ya no requerirá la operación: Quien trabaja 12 horas al día, de lunes a viernes, no tiene otro empleo (Al menos legal) , así que no tiene la posibilidad de destinar dinero ni a los alimentos ni a la vivienda ni siquiera a la salud (ni hablar de sus atenciones médicas)...
Así, que si quieren agregarle 'costos de suficiencia', lamentablemente el Gordo morirá ya varias veces antes de reunir, de manera digna, ese monto...

Así que no culpen al Gordo si quizás, haciendo uno que otro cálculo, se da cuenta que su única posibilidad de sobrevivir ya no sea mendicando, sino asaltando las mismas micros.
(Si asalta 8 micros por hora...tengo claro que reunirá mucho más que 42.000 pesos diarios...pero dudo mucho que pueda asaltar 84 micros al día sin ser descubierto).

¿Será este acaso digno ejemplo de validar la delincuencia? ¿O no será el Gordo como tantos otros, olvidados por un gobierno ineficaz, que mantiene alto desempleo precaria salud e indigna dignidad?
Pues como él hay miles, quienes las circunstancias obligan a delinquir, precisamente para sobrevivir, antes que injustamente vivir a base de limosnas, más aún en la Salud, pues todos somos personas, todos debiéramos tener derecho a tener una salud decente...esté o no escrito en la Constitución.

Anónimo dijo...

Un súbito arrebato de lucidez, my friend? Lo golpeó la realidad?

Pa' que vea que no todo es Fifas,
Pcs y ese tipo de cosillas...

Parece que estamos madurando...

J V C dijo...

salud , educacion son temas de real importancia y que van de la mano ..

alguien con educacion tendra mayores expectativas para optar a mejores planes de salud , en nuestro sietema ,a si tal como esta

sin embargo , q saco con optar a una buena educacion si no tengo salud para afrontar mis estudios?

el tema va por el lado de asegurar a las personas los bienes basicos para poder desarrollarse como tales