El examen.

El examen de grado de derecho es un viaje largo de incierto fin.

Es largo, pues es extenso en cuanto meses o quiza años.

Es incierto, pues a la hora de llegar a su destino, el examen en si, nada o casi nada te asegura el exito. No aquella existe causa-efecto en el transcurso a la aprobacion del examen de grado. El mejor alumno de una generacion, no necesariamente va a aprobar su examen de grado. Asi como el peor, no necesariamente lo reprobará.

Y por eso es maldita esta carrera. Cuando uno empieza sabe, o al menos tiene la noción, que más temprano que tarde se enfrentará a la comisión examinadora no sin antes dejar atrás arduos meses o años de estudio.

El profesor al examinarte tiene para si innumerables posiblidades de pregunta. Puede tomar la materia de a, mezclarla con b, pero con el matiz de c, para llegar a d. Por cierto que cada tópico va separado de largos articulos o apuntes.

Esa es la maldicion del examen de grado. Que nunca es uniforme o parejo en cuanto al nivel de dificultad. O uno sortea una comision relajada, como la que tuve la ventura de tener, o una durísima, en que por si ya el nombre de los profesores te alienta al momento de iniciar el examen, a reprobarlo.

Por lo mismo, no puedo reconocer sino que fui afortunado al aprobar mi examen. Estudiar 5 meses, es nada para estos fines. Normalmente se estudian 7 o mas meses. Y al momento de tomar asiento y recibir las estocadas, sobretodo las de procesal, se hicieron patente los meses de estudio que faltaron, pero que felizmente, fueron suficientes para aprobarlo.

Al iniciar me convenci que era posible aquello que era muy dificil, estudiar 5 meses y salir airoso.

De otro lado, lo que no entiendo es como ese mismo examen gente que estudia el doble de lo que yo lo hice, injustamente no aprueba.

Hay algo muy raro en ese examen.