lunes, febrero 16, 2009

La Vida


Mal inicio de fin de año.

Haciendo a un lado el exito del examen de grado, funesto inicio de año, ya sea por circunstancias personales o cercanas, ha sido pesimo inicio de este 2009.

Y esas circunstancias que rodean este pesimo inicio, se asocian precisamente a poner en jaque aquel valor, elemento, presupuesto de todo, cual es la vida.

Al vivir diariamente la vida, nos hacemos cargo mas bien de aquello que va sobre ella, como es el mundo que construimos en nuestra actividad de seres vivientes, mas que hacernos cargo de aquello que consiste la vida en si.

Esa separacion -la vida en si, y lo que hacemos con la vida- puede parece un asunto ciertamente futil, pues alguien bien puede decir que la vida es en si aquello que hacemos con ella. Es decir la vida, es la actividad diaria de vivirla: caminar, reir, conversar, bailar, etc.

Pero, precisamente alguien comentando este pesimo inicio de año, me decia, -junto con agradecer el hecho de estar con vida, con moderado entusiasmo por cierto-, que mejor que estar con vida, era hacer aquello que con la vida uno hace. O en otras palabras, resultaba poco gratificante a la persona agradecer estar con vida, si precisamente faltaba aquello que da a la vida su color, su esencia. Poco consuelo puede resultar entonces escuchar "agradece estás vivo", frase última que ante el infortunio, creo, que las mas de las veces es dicha por los demás, más que por uno mismo.

Por eso creo que la vida en si, no como actividad, es mejor apreciada desde la perspectiva del otro que por sobre la propia. Es decir, apreciamos de mejor forma la vida del otro -del padre, de la madre, del hijo, del amigo, en fin- que la vida propia en si, agradeciendo pocas veces el simple hecho de estar vivos. Muestra de ello sale a flote claramente cuando ella ya no está. Si falta la vida de quien es cercano a nosotros, o se ve peligrosamente amenazada, resulta ser mas trágico que simplemente carecer de la de uno, pues simplemente desde la perspectiva personal, la misma vida propia, y lo que se construye sobre ella, se derrumba por la muerte, obviamente sin poder haber alcanzado uno a detenerse y reflexionar sobre la importancia de la vida en si.

Dada nuestra extraña naturaleza humana, solamente apreciamos algo cuando no lo tenemos, o se ve amenazado. Nadie anda por el mundo agradeciendo la vida a cada segundo, pero si agradece aquellas actividades diarias que sanamente se ejecutan. Así como apreciamos la vida de nuestros cercanos que nos acompañan en nuestro diario vivir.

Por eso es que la tarea de reflexionar y agradecer estar vivos, -y no de simplemente agradecer aquello que hacemos con la vida-, es a mi entender buena, sana y válida, puesto que de no hacerlo coloca lo segundo -lo que con la vida hacemos-, al tope de nuestas preferencias, cuando simplemente de no estar vivos lo impide todo, no solo para con uno sino que afecta irreversiblemente a los demás.

3 comentarios:

Dookie dijo...

El 2009 sin duda partió con el piez izquierdo pisando a fondo... pero bueno, ánimo no más, siempre puede ser peor, mejor no cuestionarse tantas cosas y seguir adelante. Como dicen por ahi.. lo que no te mata te hace más fuerte..

Cote dijo...

No cabe duda que me senti identificada con tu post, y creo que hay una alusion directa a mi persona jeje.
Bueno, es bastante atrasado si consideramos la fecha de su escritura, pero recien retomo las cosas... y na po...coincido en que el 2009 ha sido nefasto, pero por lo menos no esta precipitando..sino que ya esta solo nublado y tirando pa despejao je

El Tercer Chimpancé dijo...

Importante tema. ¿Qué decir? No sé.
Quizás vivir no es algo que apreciemos por nuestra propia existencia, si no más bien por las relaciones que vamos creando con otros seres humanos y que nos hacen sentir bien o mal.
Es un sistema de reciprocidades en que los otros nos ayudan a saber quiénes somos y dónde estamos y, por otra parte, también nosotros ayudamos a que los otros sepan quiénes son y dónde están.
Por otro lado, tal vez, para "vivir bien", basta que uno esté en paz con uno mismo (saber quiénes somos y dónde estamos), de esa manera podremos ayudar a que los que nos rodean también vivan bien.
{;^)