
Ahora que paso reciencito nomas la semana senta, y en que nadie fue a misa, ocurrioseme escribir sobre un tema que bastante mas de la mitad de mi vida, me da vueltas en la cabeza y que la calienta no pocas veces: la religion.
La religion, a mi modo de ver, es unicamente un vehiculo un intermediario que nos une con nuestra creencia mas intima y a la que nos aferramos, ciertamente, en los momentos mas dificiles. Tuvo, en su origen, ese afan de religar al ser humano con ese poco material mundo, cual es la divinidad, y mas abstractamente la fe en lo que no vemos.
Pues bien, y en esto creo escribir de pluma propia, y puedo estar errado , no comprendo la religion, al menos no en este momento. Si tal vez la religion (o mejor restingimos a la judeo crisitana, que es la más cercana, y de la cual creo y quiero hablar) es nada mas que un conjunto de sistemas y formas de actuar que se estructuran en pos de las creencias en un mensaje o afirmadas por un lider o fundador, con pretensiones de esperanza, mi visión actual de la religión- bien entendida, o mejor dicho bien ejercitada- pasa mas que nada por el ejemplo que por la fe.
Siempre he pensado sobre ¿qué ocurrira si Cristo viniese a la tierra y en un -válido y justo por lo demás- ejercicio actúa pidiendo (cual tribunal de cuentas) a toda la manga de almas sobre las que tal vez asumio su liderazgo espiritual: ¿a quién preferirá Jesus?, por que tiene que preferir a alguien, de ahi el cielo y el infierno, ¿El ejemplo? o la fe?. Es como esa vieja discusión reformaria luterana.
Entendamos así, el ejemplo: actuar como él, con nuestras limitaciones humanas. En simples premisas tales como, y que a esta hora -formacion colegial crisitana mediante- me vienen a la cabeza: perdona 70 veces 7, amar a los demas como a si mismo, o tomar prestado pasajes al cura hurtado: hay que dar hasta que duela, etc.
Por otro lado, entendamos por fe, simples principios tales como: rezar ilimitadamente, esperar intervenciones divinas a cambio de rezos, ir a misa devotamente, pertenecer a congregaciones o cultos tales como el opus dei, schoenstatt ( en las cuales no veo a cristo si viene mañana), cantar en misa en primera fila, comulgar con cara de sacramento, etc, en el fondo: mi culpa, mi culpa mi gran culpa.
Conozco a muy pocos que a mi juicio puedan cumplir con a y b. Ahora, sin duda es más facil la vía b, la via de la fe. Es más comoda, y al parecer -y en esto procedo a mezclar peras con manzanas-, es más reconocido socialmente. Elemento último que es irrelevante en la discusión general, pero no a la hora de tomar, sobretodo por las apariencias, un camino u otro.
Mi conflicto entonces pasa entonces, y yendo al hueso, por aquellos que son capaces de ir a misa al dia siguiente de haber faltado a aquello que repiten domingo tras domingo (ejemplos sobran). Porque la sumatoria de esas almas conforman ese grupo que reune a una comunidad religiosa.
No quiero usar la trillada palabra consecuencia, pero es la única que se me ocurre a la hora de despotricar, a esta altura de mi vida, contra la religión, que, y no se si siendo extremo, no haya nadie tal vez, insisto tal vez, merecedor de integrarla.
Ni el papa se salva, y de ahi para abajo. Que queda pal resto.